La radiografía frontal y fotos extraorales como herramientas de diagnóstico en las asimetrías craneofaciales.
En la sociedad moderna, la impresión visual influye en la capacidad de comunicación y adaptación del ser humano. La apariencia física facial y corporal, determinan el comportamiento psicosocial del individuo y su impacto sobre otras personas, por lo que una apariencia armónica es de gran ayuda en la estructura social. Adaptarse a una asimetría esqueletal requiere coraje, autoconfianza y autoestima, en donde aquellos pacientes estéticamente atractivos y carentes de este tipo de asimetrías, son más extrovertidos y más aceptados por la sociedad. Es por ello, que los objetivos del tratamiento ortodóntico-quirúrgico deben ofrecer soluciones estéticas que beneficien la calidad de vida del paciente. Sin embargo, determinar cuál severidad de asimetría facial requiere tratamiento, depende de las características de cada individuo, de las expectativas del paciente y de la situación clínica.
Las variaciones en el tamaño, la forma y la relación de las estructuras dentarias, esqueletales y de los tejidos blandos, ofrecen a cada ser humano características propias que definen su identidad. Una simetría corporal perfecta es un concepto que dista de existir en cualquier organismo viviente.
Uno de los objetivos del tratamiento ortodóntico es crear armonía y balance en la apariencia facial, y un aspecto de la armonía es la simetría craneofacial. Las asimetrías craneofaciales representan una diferencia en el tamaño o relación entre los dos lados de la cara. Esto puede ser el resultado de discrepancias en la forma individual de cada hueso o de malposiciones de uno o más huesos del complejo craneofacial. Estas asimetrías se reflejan en los tejidos blandos de revestimiento y pueden ser modificadas por la función, por algún trauma o por alguna enfermedad.
Las asimetrías dentarias y las desviaciones mandibulares funcionales pueden tratarse ortodoncicamente, a diferencia de las asimetrías faciales estructurales de gran importancia, que para su tratamiento requieren de una corrección ortopédica durante el período de crecimiento y de una corrección quirúrgica en etapas posteriores al crecimiento.
Asimismo, las asimetrías esqueletales están frecuentemente vinculadas con las asimetrías faciales involucrando a los labios y al mentón, lo que afecta en cierto modo la calidad de vida y la autoestima del paciente.
Es por ello, que como herramienta diagnóstico de asimetrías craneofaciales, se emplea el uso de la radiografía anteroposterior o posteroanterior en conjunto con las fotografías frontales en sonrisa y en reposo, facilitando puntos de referencia para una completa evaluación de las asimetrías en el plano frontal. Estos estudios son de bajo costo comparados con otros estudios de diagnóstico.
Las asimetrías observadas en los tejidos blandos faciales están en relación con las asimetrías dentoalveolares y esqueletales subyacentes, y definitivamente, pueden mejorarse con el tratamiento ortodóncico-quirúrgico. Es tarea del equipo interdisciplinario determinar el nivel de asimetría en los tejidos blandos faciales, para así lograr la mayor reproductibilidad en la corrección de la asimetría craneofacial de los tejidos esqueletales y mejorar la calidad de vida del paciente.
Radiografía Posteroanterior.Se puede observar asimetría en los distintos planos trazados y se evidencia la desviación del mentón hacia el lado izquierdo.
Fotografía facial frontal en donde se observan las asimetrías anteriormente mencionadas.
Dra. Andrea Suárez Sanquiz
Master en Ortodoncia y Ortopedia Maxilar